Estábamos en tu casa, todo estaba planeado, no éramos nada más que dos almas solitarias que querían correr cuando apenas estaban aprendiendo a gatear, dos amigos que por curiosidad unieron sus labios para producir una llama que hasta hoy continúa ardiendo... al principio la llama solo la pude percibir yo, claro en ese entonces ya te amaba mientras tú solo jugabas y te divertías.

Sin embargo, jamás olvidaré los nervios, nisiquiera hablar podíamos, tuvimos que escribirnos para comunicar que lo antes pactado se cumpliría en ese instante.

"Es ahora o nunca"-pensé. 

Al principio fue muy rápido, hasta te asustaste jaja pero ya después poco a poco nos fuimos encontrando en ese remolino de emociones, me parecia una bella eternidad, pero no, solo fueron unos cuantos minutos maravillosos... 

Y fue hermoso...

Y sigue siendo hermoso...

Y nunca lo olvidaré, espero que tu tampoco lo olvides.